Datos, un “stop” al tráfico

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¡Buenas tardes!

La semana pasada asistimos al Foro de Movilidad y Desarrollo, un espacio que dejó claro que detrás de cada traslado hay patrones, decisiones y comportamientos que pasan desapercibidos.

Un automóvil detenido por defectos, una banqueta estrecha o una intersección saturada actúan como pequeñas piezas que condicionan a miles. Entender esa red —sus tensiones, vacíos y posibilidades— permite imaginar una ciudad donde los desplazamientos se planifican, prueban y optimizan antes de ejecutarse.

En nuestro primer análisis exploramos esa lógica y cómo la ciencia puede ayudarnos a leer —y mejorar— la forma en que nos movemos.

La movilidad urbana de Guatemala no puede entenderse solo como tráfico o saturación vial. Debe abordarse como un fenómeno científico que se mide, modela y optimiza. Ingenieros y urbanistas coinciden en que datos, microsimulación y análisis predictivo permiten anticipar el impacto de cada cambio en las calles. La ciencia, más que el asfalto, emerge como solución.

Por qué importa. El tráfico cuesta GTQ 23 000M al año, según Luis Dávila, investigador de la Universidad de Istmo. Condiciona la economía, eficiencia y calidad de vida. Comprenderla como ciencia abre la puerta a decisiones estratégicas respaldadas en evidencia.

• Durante el Foro de Movilidad y Desarrollo, Manfredo Corado, máster en Diseño Urbano, señaló que la movilidad se puede medir. La recopilación de datos permite simular escenarios antes de intervenir físicamente. “Al analizarla, trabajamos con esa información para proponer mejoras”.

• Asimismo, herramientas como microsimuladores de tráfico permiten anticipar resultados de cambios viales, ajustes de semáforos y rediseños geométricos, optimizando rutas sin grandes inversiones iniciales.

• Este fenómeno afecta educación, productividad y salud. Retrasos diarios reducen horas laborales y educativas, lo que genera pérdidas económicas y afecta el bienestar social.

Lo indispensable. Analizar el fenómeno es identificar causas y responsabilidades a nivel municipal, estatal y nacional. Se destacó la necesidad de coordinación interinstitucional como un tema crucial para gestionar el flujo vehicular y peatonal.

• Rodolfo Mendoza, director estratégico de Diestra, explicó que la congestión responde a múltiples factores. Mala planificación, infraestructura insuficiente, gobernanza fragmentada, crecimiento vehicular y descoordinación institucional.

• Cerca de 1.8M de personas ingresan diariamente a la Ciudad de Guatemala. Casi la mitad, provenientes de otros municipios y departamentos aledaños.

• La solución demanda intervenciones tácticas, como mejorar intersecciones críticas, ampliar banquetas y ciclovías y fomentar desarrollo urbano vertical que acerque hogares, trabajo y educación.

Cómo funciona. La ciencia aplicada a la movilidad combina tecnología, datos y análisis predictivo para intervenir con precisión. Este enfoque permite mejoras inmediatas y decisiones estratégicas de largo plazo.

• Corado explica que el urbanismo táctico identifica el 20 % de intersecciones que definen el 80 % de la operación urbana. Esto permite optimizar flujos sin esperar grandes obras.

• Para reducir tiempos de traslado y aumentar seguridad, la integración de drones, cámaras y sistemas de monitoreo permite ajustar semáforos, rediseñar cruces y anticipar conflictos viales.

• María Antonieta Mendoza, directora de investigación de la Universidad de Istmo, señaló que los observatorios urbanos facilitan la colaboración público-privada y la transferencia de conocimiento científico.

Qué destacar. Esfuerzos como el observatorio, fortalecer gobernanza supralocal y aplicar ciencia para diseñar ciudades más eficientes y habitables pueden mermar los tiempos de traslado.

• Tras el foro se anticipa una expansión de estudios interinstitucionales que integren datos de tráfico, transporte público y movilidad peatonal. Esto potencia políticas basadas en evidencia.

• La formación de profesionales en ingeniería de movilidad es esencial. En Chile, la educación técnica acelera la implementación de soluciones efectivas ante la congestión urbana.

• Los próximos años requieren equilibrar infraestructura, desarrollo urbano estratégico y tácticas inmediatas para garantizar que el crecimiento poblacional no se traduzca en mayor caos vial, sino en movilidad sostenible y accesible.

Balance. Con datos recolectados en campo, modelos que prueban escenarios antes de intervenir y diagnósticos colaborativos entre instituciones, empieza a abrirse un camino de soluciones prácticas y de bajo costo capaces de reducir tiempos de viaje, mejorar seguridad vial y devolver horas de productividad a los ciudadanos.

Su historia no termina con un diagnóstico; más bien abre un capítulo distinto que puede fortalecer su determinación. Aquí encontrará ideas para transformar ese momento en impulso y continuar avanzando hacia sus metas con confianza renovada.

Por qué importa. Un diagnóstico no define quién es ni limita lo que puede lograr.

• Puede convertirse en un punto de claridad y fortaleza personal.

• Refuerza la relevancia del bienestar integral.

• Le invita a sostener sus metas con visión más amplia.

Lo indispensable. Existen herramientas y apoyos que pueden acompañarle en este proceso.

• Acceso a orientación profesional confiable.

• Recursos para fortalecer su salud emocional.

• Sugerencias para replantear su plan de vida con intención.

Ahora qué. Este momento puede impulsar una transformación positiva.

• Revise sus sueños y trace nuevas rutas posibles.

• Dé pasos firmes hacia un futuro con propósito.

• Inspire a otros mostrando resiliencia y determinación.

Lea la nota completa aquí.

Huehuetenango experimenta un crecimiento urbano impulsado por remesas, expansión demográfica y transformación del uso del suelo. Este proceso lo coloca en una posición estratégica para convertirse en una “ciudad secundaria” relevante. Entender el fenómeno es clave para anticipar oportunidades, riesgos y condiciones necesarias para un desarrollo ordenado.

Por qué importa. La consolidación de estas ciudades redefine la estructura urbana en Guatemala y genera nuevos polos de inversión. El departamento encaja en esa tendencia por su dinamismo demográfico y económico. Este reposicionamiento urbano permite distribuir mejor la inversión en vivienda, infraestructura y servicios.

• Las ciudades intermedias crecieron más rápido que las principales urbes en Centroamérica entre 2002 y 2018, según el Banco Mundial. Es un desplazamiento natural hacia polos emergentes donde la tierra aún es accesible.

• Para desarrolladores, estos entornos ofrecen mercados con menos saturación, demanda creciente y posibilidad de ejecutar proyectos desde cero con criterios modernos, evitando rezagos estructurales.

• Expertos aseguran que aún está a tiempo de planificarse ordenadamente. Su evolución determinará si logra desarrollo sostenible; el ideal es que no reproduzca los errores de Carretera a El Salvador o Xela.

En el radar. Huehuetenango mantiene una base económica distinta: recibe algunas de las mayores remesas del país. Esto impulsa construcción privada, verticalización inicial y un boom en compra de lotes. Su transformación responde a decisiones familiares, retorno migrante y capacidad financiera sólida.

• El INE indica que 23 % del ingreso corriente del departamento proviene de transferencias, un proxy directo del peso de las remesas y su efecto inmediato en vivienda.

• El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lo identifica entre los departamentos con mayor proporción de hogares receptores de remesas. Esto se traduce en construcción acelerada y demanda de servicios urbanos.

• “Ya empezó a transformar tierra agrícola en urbana, acelerando una transición que requiere visión de largo plazo”, señala Ignacio Basterrechea, director de proyectos en URBOP.

Sí, pero. El riesgo central no es el crecimiento, sino avanzar sin dirección. El departamento está en el punto exacto en el que decisiones públicas y privadas determinarán si se convierte en un modelo de ciudad secundaria o en un caso de expansión caótica.

• Basterrechea insiste en que es imprescindible crear una planificación ordenada. Especialmente en departamentos con alto flujo de remesas y densificación acelerada.

• La falta de drenajes, agua potable y equipamiento urbano es el principal riesgo. Sin estas bases, cualquier expansión se vuelve insostenible y puede generar crisis semejantes a la saturación vial de Carretera a El Salvador.

• El ordenamiento territorial es clave. Definir dónde se expande, dónde se densifica y dónde no se debe construir evita costos futuros para inversionistas, municipalidades y residentes.

Ecos regionales. Lo que ocurre encaja en una tendencia latinoamericana. Ciudades secundarias convertidas en motores de dinamismo económico cuando se combinan remesas, tierra disponible y planificación.

• En México, Colombia y Perú se ha visto cómo ciudades intermedias capturan inversión inmobiliaria cuando las capitales se saturan. Guatemala atraviesa ese mismo punto de inflexión.

• La descentralización urbana puede elevar la competitividad regional y atraer nuevas actividades económicas, reduciendo la dependencia total de la capital.

• Si el departamento aprovecha su momento, podría liderar el desarrollo del occidente como nodo articulador entre comercio, movilidad, vivienda y servicios.

En conclusión. Huehuetenango tiene el potencial real de convertirse en una ciudad secundaria modelo para otros departamentos, si se actúa ahora. La combinación de inversión privada, remesas y expansión demográfica exige reglas claras, infraestructura sólida y visión compartida. Lo que se decida en esta década definirá su futuro diseño urbano.

• Andares Doce avanza en su desarrollo con la inauguración de la fase 1 —torre 1 y una plaza de conveniencia— y el inicio de construcción de su fase 2 (Guatemala).

• Ahira Apartamentos se incorpora a la oferta residencial de zona 15 con dos torres de 19 y 14 niveles, además de ocho sótanos ventilados (Guatemala).

• Lanzan Valle Dulce en la zona norte de San Salvador, una ciudad con inversión superior a USD 1000M que integrará vivienda, comercio y parque logístico industrial (El Salvador).