Cuando el retail respira ciudad

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La evolución del retail en Guatemala marca un punto de inflexión en el diseño urbano. Lo que antes era un punto de encuentro comercial, hoy se integra con residencias, oficinas y espacios públicos que dialogan con tecnología, sostenibilidad y nuevos hábitos digitales. Esta transformación no solo redefine el rol que juegan en el tejido social y económico de las ciudades.

Su evolución responde a un consumidor digitalizado, a una ciudad que busca eficiencia y a una industria que ya no piensa en metros rentables, sino en recorridos significativos.

Nos reencontramos en la próxima edición.

Antes concebidos como destinos de compras, hoy los centros comerciales son piezas integradas en desarrollos urbanos más amplios que combinan vivienda, oficinas, cultura y tecnología. El retail es un nodo urbano y no un destino aislado.

Por qué importa. La reinvención de los malls redefine cómo se construye la ciudad. En Guatemala, esta evolución va más allá de la arquitectura: incorpora tecnología, sostenibilidad y experiencia del usuario en espacios de uso mixto.

• Proyectos como AVIA y Cayalá consolidan un modelo “ciudad dentro de la ciudad”. Integran residencias, comercios, entretenimiento y espacio público.

• Según Astrid Perdomo, directora ejecutiva de ACECOGUA, la innovación “siempre ha estado presente” en el sector, pero hoy se aplica con una estrategia clara.

• La digitalización permite medir flujos, personalizar servicios y transformar el retail en una plataforma de datos y experiencias urbanas, más allá del consumo.

En el radar. El centro comercial guatemalteco se proyecta hacia el tejido urbano, siendo un espacio público y ajustando hábitos digitales. Esta convergencia requiere tecnología, datos y una visión operativa de largo plazo.

• “Hoy hablamos de omnicanalidad y journey del consumidor”, señala Perdomo. Plataformas, sensores y análisis de comportamiento redefinen el concepto de tráfico.

• El reto no es atraer visitantes y ofrecerles una experiencia personalizada. Herramientas como permisos de geolocalización, puntos de venta y datos de movilidad permiten mapear patrones de compra y optimizar recorridos.

• La operación se vuelve imperceptible: sistemas inteligentes de gestión, parqueos automatizados y pantallas digitales que interactúan en tiempo real con el usuario.

Visto y no visto. La sostenibilidad ha dejado de ser una declaración simbólica y es un pilar operativo. Certificaciones ambientales y generación de energía limpia evidencian cómo la tecnología impulsa la eficiencia ecológica.

• Guatemala cuenta con centros comerciales LEED Gold, como Plaza Telares y Paseo Andaria. Este último genera más del 60 % de su energía.

• En Chiquimula, Chimaltenango y La Antigua Guatemala emergen proyectos que desmienten la idea de que la sostenibilidad es exclusiva de la capital.

• Más allá de la energía, se incorporan soluciones en reciclaje, ventilación natural y materiales sostenibles. La rentabilidad y lo verde pueden ir de la mano.

Lo que sigue. Los espacios mixtos son el nuevo estándar en desarrollo urbano. Su éxito dependerá de una gestión precisa, mediciones constantes y una visión centrada en el ciudadano como usuario de una experiencia, no solo de un producto.

• Nuevos proyectos en Villa Nueva replican el modelo. Utilizan sensores para evaluar eficiencia y dignidad en el espacio público.

• Aunque parezca que todo parte de un plano, detrás hay un análisis tecnológico que determina cuál es el entorno más adecuado.

• La evolución será progresiva: más digitalización, publicidad dinámica, espacios flexibles y una lógica urbana que reemplace al retail tradicional.

Por: Alice Utrera

Guatemala enfrenta un momento decisivo para consolidarse como destino atractivo para la inversión industrial. Pese a una creciente demanda de proyectos logísticos y ubicación estratégica en el mapa regional, los desafíos estructurales siguen condicionando su potencial.

El país cuenta con mano de obra, fuerte inversión y terrenos atractivos. “Lo que nos frena no es la falta de interés, sino la infraestructura”, afirma Alejandro Fernández, miembro de la Junta Directiva de la Gremial de Bodegas de CIG.

La logística industrial guatemalteca ha comenzado a alejarse del modelo tradicional de metros cuadrados. Cada vez apuesta más por la eficiencia en volumen, con estándares internacionales, como alturas mínimas de 12 metros para maximizar el almacenaje.

Este tipo de desarrollos también demanda maquinaria especializada, diseño estructural eficiente y planificación a largo plazo. No se trata de montar una bodega hoy y adaptarla después. “Hay que dejar desde el inicio la infraestructura lista para futuras tecnologías”, explica Fernández.

Otro eje clave es la sostenibilidad. Aunque aún hay resistencia por los costos percibidos, las certificaciones ambientales son requisitos básicos para atraer a marcas globales.

Soluciones como la reinfiltración de agua, paneles solares y estructuras ligeras para reducir el uso de materiales se consideran indispensables. “Hay muchas soluciones locales que pueden hacer más rentable y verde un proyecto, pero aún falta difusión entre los desarrolladores”, añade.

Las zonas con mayor dinamismo, como Escuintla, han crecido gracias a su cercanía con puertos, autopistas y disponibilidad de terrenos amplios y planos. Proyectos integrales como Synergy y Pacific combinan bodegas con vivienda, comercio, escuelas y áreas recreativas, apuntando a un nuevo concepto de ciudad industrial.

No obstante, mientras el entorno vial, portuario y energético no se modernice, Guatemala seguirá perdiendo competitividad frente a países como Panamá, Costa Rica o República Dominicana.

El sector privado insiste en la necesidad de alianzas público-privadas para habilitar ese crecimiento y evitar que oportunidades logísticas se desvíen a otros mercados.

“Como país estamos bien, pero podríamos estar muchísimo mejor. La ventana para aprovechar este boom industrial es ahora, y quien tenga mejor infraestructura, ganará”, concluye Fernández.

Lee la entrevista completa en este enlace.

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